Cuentas domiciliadas a la nómina del cliente

cuentas

Las cuentas corrientes se han constituido como un instrumento indispensable para las operaciones de los clientes bancarios. Con ellas se pagan los gastos, se crea un fondo de ahorro y son un apoyo indiscutible para contratar otros productos: depósitos a plazo, tarjetas de crédito y débito entre otros.

Pero si vincula a una nómina, pensión o ingresos regulares se potenciarán notablemente, con mayores beneficios y servicios para sus titulares, y con la ventaja que hay una importante oferta en estos productos como para satisfacer la de demanda de todos los trabajadores que dependen de un sueldo regular.

Para empezar, elevan la rentabilidad de estos productos. No elevadamente, pero con una clara significación todos los meses. Ya que incluso puede llegar a las reportan las de alta remuneración. Pero no es la única ventaja que aportan, ya que conllevan prestaciones mucho más competitivas.

La posibilidad de poder contratar depósitos a plazo es una de ellas. Puede alcanzar hasta el 5% en las propuestas más agresivas, aunque solamente es válida para un saldo muy pequeño y el plazo de permanencia es muy corto, no más de 3 o 5 meses. Y en determinadas ocasiones están confeccionadas para nuevos clientes, o al menos nuevas aportaciones de los ya vinculados con la entidad.

Son ofertas que se van renovando regularmente, y que incluso aparecen con mayores beneficios para sus titulares, debido que las entidades de crédito desean lanzar productos más competitivos para captar el dinero de la competencia. Llegando a todo tipo de propuestas, en donde no faltan las más innovadoras y agresivas.

Además permiten estar en posiciones de números rojos, sin que los afectados tengan que abonar ninguna comisión u otro tipo de penalización administrativa. Y en cualquier caso, exentas de estos gastos, para que el ahorro sea mayor durante todo el año.

Hay habilitadas cuentas para nóminas muy modestas, por encima de 700 euros, pero en otras hay unos límites muy importantes, ya que exigen un valor de este recibo por encima de 2.000 euros.